El artista
El sonido es tiempo, espacio, silencio, memoria y materia. La conciencia plena de todo lo que detona en él mismo y en los demás ha sido el motor de Leonel Vásquez (Colombia, 1981), artista sonoro que ha hecho de la investigación y la interpretación creativa del sonido su cuerpo de trabajo. Esto lo ha llevado a variadas geografías, así como a interactuar con distintas materias con las que ha venido encontrando frecuencias audibles que no son fácilmente perceptibles o que son inadvertidas para casi todos en la cotidianidad.
Por medio de sus esculturas, instalaciones y performances, Vásquez ha revelado las interacciones sonoras que lo han motivado a crear por más de diez años. Con la referencia sonora del espacio y el cuerpo, entiende la escucha -sus sonidos y silencios- como un acto político. Esto le ha permitido participar internacionalmente en exhibiciones, proyectos de investigación, talleres y residencias artísticas en varios países. Hoy en día se dedica a la creación artística y la docencia universitaria.
Cuerpos de agua
Con la intención de proponer una creación colectiva, el artista sonoro Leonel Vásquez conformó un equipo creativo que constaba de estudiantes de música, artistas visuales y cantantes que tendrían como misión reencontrarse con las fuentes hídricas cercanas a la ciudad de Barranquilla. El grupo hizo una serie de excursiones hacia varios cuerpos de agua para realizar una serie de ejercicios que potenciaron la sensación sonora, algo que expandió las capacidades para reconocer las nuevas posibilidades interpretativas de cada participante en el laboratorio. Todos estos nuevos sonidos fueron cautivando a los miembros del grupo, u “orquesta”, que lograron componer un rico universo auditivo grabando sensaciones sonoras del río Magdalena, en Bocas de Ceniza y otros riachuelos cercanos al municipio de Puerto Colombia.
El resultado de dicha composición se presentó, literalmente, en la fuente del teatro Amira de la Rosa, donde los integrantes del grupo interactuaron con esta y mostraron al público las múltiples posibilidades que presenta el paisaje sonoro de un mundo subacuático del Caribe colombiano.