En el marco de la Temporada Digital de Conciertos 2021, el Banco de la Republica nos presentó un concierto como parte de la Serie de los Jóvenes Intérpretes que estuvo a cargo de dos actos de lujo, ambos ya de por sí con una trayectoria impresionante para su ‘corta edad’, y sin duda con un futuro muy prometedor. El escenario lo ocupó primero el Dueto Idilio (que en realidad es un cuarteto), ensamble de música andina conformado desde 2017 por Juanita Sossa, Laura Chaparro, Jefferson Jerez, y Julián Nieves. Juntos, nos trajeron un repertorio fresco, interpretado impecablemente y, en su mayoría, compuesto por canciones escritas en los últimos años. La segunda parte del recital fue comandada por el virtuoso bogotano Wuilmer López, arpista, improvisador y compositor quién se presentó con repertorio de su propia pluma e ingenio, entremezclando un gran número de aires y expresiones musicales, desde el joropo hasta las bulerías flamencas.

Aunque escuchar un acto tras otro puede resultar en una experiencia estética un tanto ecléctica, dado que la puesta en escena y los estilos interpretativos son significativamente distintos, tanto el Dueto Idilio como Wuilmer López nos demostraron el potencial de resignificar expresiones musicales que muchos considerarían como ‘tradicionales’ o ‘folclóricas’, pero sin acudir a discursos rescatistas, de renovación o de modernización. Estos desafortunadamente son aún muy comunes en la escena local, regional y nacional. Como lo he escrito en reseñas anteriores, las expresiones musicales son siempre cambiantes y no tienen porqué ser rescatadas modernizadas y actualizadas para justificar su existencia o su legitimidad como músicas. Con esto no quiero decir que el Dueto Idilio y López estén irrespetando o apropiándose puerilmente de tradiciones que no sean de ‘ellos’; todo lo contrario, cualquier persona que escuche estas propuestas artísticas se dará cuenta inmediatamente que el panorama es más mucho complejo e interesante que simplemente escuchar a las obras que conformaron este recital como músicas locales, músicas foráneas, o bien, como música fusión.

Por ejemplo, de las cuatro piezas seleccionadas por el Dueto Idilio para este recital, dos de ellas fueron compuestas por mujeres, incluyendo un bambuco escrito por la misma Juanita Sossa. Salvo El guaro, que hace parte del repertorio tradicional de la música andina, todas las demás obras son de años recientes, y por esto nos hablan de temas de relevancia para el momento político y social que atravesamos. Aplaudo la iniciativa de incorporar temas que politicen la sala de conciertos y que la conviertan en un foro de lo actual (así sea por medio de repertorio de otros tiempos, pero enmarcado dentro de un contexto actual) y no en una sala de artefactos de museo. Adicionalmente, el performance y los arreglos en las voces y cuerdas, aunque tímidamente ‘provocativos’, orientan a la tradición de los duetos de antaño hacia horizontes distintos. Por todo lo anterior, sería un desacierto catalogar al Dueto Idilio como derivativo de los llamados duetos ‘de antaño’ a la manera de Garzón y Collazos, o de Silva y Villalba (de ahí que el nombre del ensamble sea Dueto Idilio y no Cuarteto Idilio) aunque sin duda alguna estén continuando la tradición precisamente al deformarla. Es realmente grato escuchar un nivel tan alto de interpretación y creatividad. Bravi.

En el caso de Wuilmer López, las seis piezas con las que nos deleitó son una muestra invaluable del potencial del arpa llanera, aunque con modificaciones a su construcción tradicional, como un instrumento solista. Virtuosos como el bogotano Edmar Castañeda ya nos habían dibujado un horizonte al posicionar al arpa llanera dentro de la escena de jazz contemporáneo neoyorquino, demostrando cómo ciertas ‘sensibilidades llaneras’ podrían encajar dinámicamente con la improvisación y con las complejas armonías del jazz. Sin embargo, con la llegada de López a la escena musical profesional en los últimos años, ese horizonte ya es una realidad concreta a la que sin duda se le irán sumando más jugadores con el pasar de los años. En el caso específico de las piezas que escuchamos para esta ocasión, las composiciones de López nos muestran otras posibilidades sonoras, pues transitan por los mundos sensoriales del vals, las bulerías, el joropo y el latin jazz, las cuales convergen en una muestra estilísticamente diversa y de emociones contrastantes. No me queda la menor duda que López se volverá, tal y como lo ha hecho Castañeda, en un referente internacional del arpa.

 

Programa

Dueto Idilio, voces y guitarras

C. Calderón: El torbellino soy.

J. Sossa: Bambuco mío.

Tradicional: El guaro.

G. A. Rengifo: Planta sagrada.



Wuilmer López, arpa llanera

W. López: Misterio; Casual; Algeciras; Ondarolázo; Enarmonía; Mar de bordones.



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Concierto Dueto Idilio y Wuilmer López - Temporada Digital de Conciertos 2021