En 1631 una embarcación de nombre “Seaflower” arribó a las costas de la isla de San Andrés, proveniente desde Londres. A bordo de ella venía un grupo de puritanos ingleses que colonizó la región que hoy pertenece a Colombia junto a las islas de Providencia y Santa Catalina, en el mar Caribe. Durante años, esta zona se ha destacado por la riqueza de su biósfera y la fauna marítima que resguarda en su interior.
El 9 de noviembre del 2000, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), declaró que el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina debía ser considerado como una Reserva Mundial de la Biósfera, y denominó la reserva Seaflower, en conmemoración del barco que arribó a la isla en el siglo XVII. Según la Comisión Colombiana del Océano, Seaflower tiene una extensión aproximada de 180.000 kilómetros, y sus aguas alcanzan una profundidad de hasta 4500 metros
A lo largo de este territorio se conserva la tercera reserva de corales más extensa del mundo, compuesta por arrecifes, manglares, humedales, playas, mar abierto, pastos marinos y aproximadamente 150 especies de peces diferentes, algunas de las cuales se consideran en peligro de extinción. La reserva se ubica en un clima tropical estable, que alcanza temperaturas de hasta 27 grados centígrados. Estas condiciones (o características) hacen de la zona un gran atractivo turístico y que en los últimos años, han aportado a la reconciliación entre el desarrollo económico, los recursos naturales y la sociedad (Murillo Conde, 2015).
Desde el año 1993, el Estado colombiano se comprometió al cuidado de la fauna y flora de la Reserva de Biósfera, y en los últimos años se han destinado recursos con el fin de realizar investigaciones y planes de preservación de las especies que habitan en Seaflower. A partir de ellas, se han podido identificar las principales amenazas naturales que afectan la zona, como la presencia de especies invasoras, y se ha avanzado en el registro de nuevas especies en la zona (Murillo Conde, 2015).
En la Biblioteca Luis Ángel Arango se conservan 100 fotografías digitales subacuáticas de peces comunes en las zonas coralinas de la reserva Seaflower. Estas fotografías fueron tomadas por Jorge Humberto Sánchez, instructor de buceo y fotógrafo colombiano que durante aproximadamente 40 años, se ha dedicado a la captura y edición de imágenes sobre la biodiversidad submarina de la reserva, así como la elaboración de proyectos para el desarrollo sostenible de la región. Cada fotografía cuenta con una ficha descriptiva que contiene datos básicos de identificación de cada pez: nombre común, distintivo y reacción al contacto humano, así como los datos de lugar y fecha de captura de la imagen. Estas imágenes se encuentran a disposición del público en la Sala de Artes y Humanidades de la Biblioteca Luis Ángel Arango y en la Agencia Cultural de San Andrés.
Texto elaborado por Juan Sebastián Ariza Martínez
Referencias
Murillo Conde, I. (2015). Aportes al Conocimiento de la Reserva de Biósfera Seaflower. Recuperado de http://babel.banrepcultural.org/cdm/ref/collection/p17054coll1/id/22