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Juan Carrasquilla Botero (1905-1991) fue un historiador y abogado colombiano que junto con otros intelectuales de su generación como Guillermo Hernández de Alba y Germán Arciniegas, se interesó por el estudio del pasado a partir de la aplicación de métodos científicos. Desde mediados del siglo XX se enfocó en el estudio de la posesión y el traspaso de tierras, así como en el problema de las disputas por la tenencia y compra de predios en Bogotá. Las investigaciones de Carrasquilla Botero, lo llevaron a recopilar una gran cantidad de documentos dentro de los que se incluyen mapas, fotografías, artículos de prensa y revistas, que componen este acervo.

Apuntes de investigación de la finca El Cedro

Imagen: Apuntes de investigación de la finca El Cedro

La colección está conformada por 24 cajas que contienen originales y copias de escrituras de compraventa, testamentos, sucesiones, inspecciones, mapas, peritajes, traspasos, permutas y negativos fotográficos, relacionados con terrenos en Bogotá y sus alrededores. La mayoría de la documentación cuenta con trascripciones mecanografiadas. Adicionalmente, se encuentran los apuntes de investigación de Carrasquilla Botero. La colección documental proviene de instituciones oficiales en las que se formalizaban los traspasos de tierra: notarías, archivos de la Corte Suprema de Justicia y de la Superintendencia de Notariado y Registro, aunque también se encuentran cartas personales, artículos de prensa, libros y planos a mano alzada, que complementan la información oficial sobre la posesión de tierras.

Gran parte de la documentación muestra el litigio que varios propietarios tuvieron con el Estado durante la segunda mitad del siglo XX, cuando este último otorgó licencias a la Texas Petroleum Company (hoy Texaco Ind.), para explorar y explotar el subsuelo de la sabana de Bogotá en búsqueda de petróleo y gas. Esto conllevó a que se interpusieran múltiples demandas a la nación, en las que los dueños de los terrenos tuvieron que acudir a documentos notariales que les permitieran demostrar que eran los dueños legítimos de las tierras. Dentro de los registros compilados, se encuentran títulos de merced otorgados a españoles en el periodo de conquista y colonización (durante los siglos XVI y XVII), legajos de donación y traspaso de tierras entre familias y órdenes religiosas, y documentos de compraventa desde el siglo XVIII hasta mediados del XX; a partir de los cuales, es posible conocer de forma cronológica quiénes fueron los diferentes dueños de las tierras.

Para el caso de Bogotá, hay registros que muestran la forma en la que las antiguas haciendas de la ciudad fueron parceladas y vendidas hasta tomar la forma de barrios residenciales a mediados del siglo XX. A partir de ellos, es posible analizar el fenómeno de acumulación de tierras por parte de entidades estatales, privadas y terratenientes, entre otros. En algunos de los documentos de traspaso del siglo XIX, se especifican los beneficios de los terrenos, como lugares óptimos para la producción agrícola, la descripción de los linderos y la extensión del terreno.

Plano sobre barrios de Bogotá

Imagen: Plano sobre barrios de Bogotá

Las primeras cajas (1 y 2) contienen información sobre terrenos de Chía e intermediaciones (Cajicá, Sopo y Zipaquirá), y documentos sobre los terrenos aledaños al Puente del Común y la Hacienda Hatogrande (propiedad de la Presidencia de la República). En la caja 3 la documentación versa sobre las haciendas y terrenos de Usaquén y Chapinero, que se extendían hasta el actual territorio del Humedal de Torca, en Guaymaral; Fusca y Tibabita, en los límites de la ciudad con la población de Chía. En ellas también se hace mención de algunas zonas del norte de la ciudad como el Country, Contador, Rosales, Chicó, Santa Bárbara y San Cristóbal (norte).

Las siguientes cajas (4 y 5) contienen información sobre la zona de Suba desde sus orígenes como pueblo y posterior resguardo de indios, hasta mediados del siglo XX cuando se anexó al distrito de Bogotá. La documentación da cuenta de la extensión de los terrenos de La Conejera, Tibabuyes, El Batán, Juan Amarillo, Casablanca, El Prado, La Britalia, La Sirena, entre otros; muchos de los cuales hoy forman barrios residenciales y humedales al norte de Bogotá.

Respecto a la región del centro de la ciudad (cajas 6 a 8), se encuentra información sobre los actuales barrios de Las Mercedes, Los Mártires, San Victorino, las faldas de Monserrate, Las Nieves, entre otros; por su parte, sobre el sur de Bogotá (cajas 9 a 15 aproximadamente) se muestra la evolución de los terrenos en las zonas de Ciudad Montes, La Fragua, Fucha, Tunjuelo y Usme; así como la parcelación y traspaso de los terrenos que hoy en día conforman Ciudad Bolívar, Bosa, Soacha y Cazucá, que pertenecían a las antiguas haciendas Quiba, Bosatama y La Isla, respectivamente; y que posteriormente se anexaron a la ciudad.

Finalmente, algunos registros dan cuenta de los traspasados de haciendas y ejidos al occidente de la ciudad (cajas 14 a 16 aproximadamente), específicamente en los terrenos de Fontibón, Puente Aranda, La Esperanza y Engativá, así como los predios destinados para la construcción del aeropuerto El Dorado a fines de la década de 1950.

Artículo de Carrasquilla en la Revista Chapinero

Imagen: Artículo de Carrasquilla en la Revista Chapinero

A lo largo de las cajas 1 a 16 es posible encontrar documentos impresos y recortes de artículos de prensa, a partir de los cuales se puede rastrear la forma en la que se valorizó el terreno de Bogotá a lo largo del siglo XX, al tiempo que analiza desde una perspectiva reflexiva, cómo fueron los procesos de expropiación y la acumulación de tierras por parte de algunos terratenientes en la ciudad y sus alrededores. Asimismo, hay copias de artículos de Carrasquilla Botero publicados en la Revista de Chapinero que narran la evolución de los predios y la transformación de las haciendas en parcelas pequeñas que con el tiempo, se convirtieron en espacios residenciales de la ciudad. La gran mayoría de estos impresos datan de la década de 1970 y fueron publicados en los diarios El Tiempo y El Espectador.

El proyecto de Carrasquilla fue financiado por el Banco de la República y no se enfocó únicamente en la ciudad de Bogotá, sino que también quiso estudiar el problema de la tenencia y traspaso de tierras en poblaciones de Cundinamarca cercanas a la capital, como en el ya citado caso de Chía, aunque también hay algunos documentos sobre Subachoque, Mosquera, Funza, Tenjo y Cota, entre otros.

A diferencia de lo anterior, las últimas cajas de la colección (17 a 24) contienen índices alfabéticos sobre las fincas, estancias y haciendas de Bogotá y la sabana, elaborados por el mismo Carrasquilla Botero; a partir de los cuales es posible rastrear de forma cronológica y onomástica la existencia, parcelación y fusión de terrenos, así como el nombre de los propietarios de algunas de ellas desde el siglo XVI hasta mediados del XX.

Texto redactado por Juan Sebastián Ariza Martínez